Cuando una empresa o una sucursal se establece en Japón de acuerdo con la legislación japonesa, la notificación fiscal relativa a la puesta en marcha debe ser presentada a las autoridades fiscales dentro de un período determinado después del establecimiento.
La empresa estará sujeta a varios impuestos. El impuesto de sociedades es la denominación colectiva del número de impuestos que gravan los beneficios de la empresa. Por separado, estos impuestos incluyen:
- Impuesto de sociedades (hōjinzei),
- Impuesto de sociedades local (chihō hōjinzei),
- Impuesto de sociedades (hōjin jigyōzei),
- Impuesto especial sobre las empresas (tokubetsu hōjin jigyōzei), y
- Impuesto a los habitantes (hōjin jūminzei).
Estos impuestos son impuestos por el gobierno nacional o local en Japón.
Los tipos de impuesto de sociedades japonés
El tipo impositivo práctico para una gran empresa ubicada en Japón se sitúa en torno al 30,62% de los ingresos imponibles. Pero el importe exacto está sujeto a factores como la ubicación, el tamaño del capital social y el número de empleados.
Impuesto de sociedades (hōjinzei) en Japón
Este tipo de impuesto lo cobra el gobierno nacional sobre los ingresos de la empresa. En Japón, a las pequeñas y medianas empresas se les aplica un tipo impositivo marginal del 15% y del 23,2%, mientras que a las grandes empresas se les impone un tipo impositivo constante del 23,2%.
Impuesto de sociedades local (chihō hōjinzei) en Japón
En Japón, este tipo de impuesto se introdujo en 2014. Lo recibe el gobierno nacional para gestionar la mala distribución de la riqueza. El impuesto de sociedades local se mide como el 10,3% del importe del impuesto de sociedades.
Impuesto de sociedades (hōjin jigyōzei) en Japón
Este tipo de impuesto lo cobra la prefectura donde opera su empresa sobre los ingresos imponibles. Las empresas con un capital social inferior a 100 millones de yenes sólo están sujetas al componente de ingresos, que se aplica a la renta imponible. Para las empresas con un capital social de más de 100 millones de yenes, el tipo impositivo es menor, pero se imponen impuestos adicionales en función del tamaño de la empresa.
Impuesto especial sobre las empresas (tokubetsu hōjin jigyōzei) en Japón
En Japón, este tipo de impuesto se introdujo en 2019. Lo recibe el gobierno nacional para hacer frente a la desigualdad de ingresos fiscales entre las prefecturas. Se basa en el componente de ingresos del impuesto sobre actividades económicas y se anuncia junto con el impuesto sobre actividades económicas, independientemente de que sea un impuesto nacional.
Impuesto sobre los habitantes (hōjin jūminzei) en Japón
Este tipo de impuesto lo adquiere el gobierno local para compensar la infraestructura local esencial para el funcionamiento de la empresa.
Hay dos componentes:
- el componente del impuesto de sociedades, que se basa en el importe del impuesto de sociedades, y
- el componente fiscal per cápita, que se basa en el tamaño de la empresa. Ambos componentes pueden variar según los municipios.
El componente fiscal per cápita puede variar en función del capital y del número de empleados.
Una empresa fundada en Japón puede beneficiarse de una serie de procesos relacionados con los impuestos en caso de que se convierta en una pequeña y mediana entidad. Asimismo, una empresa establecida en Japón que no tenga previsto aumentar sus fondos de capital y que planee ser una entidad pequeña y mediana podrá disfrutar de varios beneficios fiscales.
Establecer una empresa en Japón es la única manera de disfrutar de todos estos beneficios fiscales, así que si está listo para abrir su empresa en Japón, póngase en contacto con su experto de Damalion ahora.