Al ser uno de los mayores mercados de la Unión Europea para hacer negocios, España es un país de elección para los inversores que quieren crear una empresa en el suroeste de Europa.
España es también un lugar estratégico para los inversores de África y Europa, lo que permite facilitar las transacciones de los particulares hacia y desde estos continentes.
El registro de la empresa en España es bastante sencillo, sin embargo, es crucial reconocer las normas de la legislación local para el registro de la empresa en España.
Beneficios de crear una empresa en España
Hay varios beneficios para las empresas españolas, entre ellos:
- Se permite el 100% de la propiedad extranjera de las acciones
- España tiene un capital social mínimo bajo
- España ofrece estabilidad política y económica.
- Como miembro de la Unión Europea, España ofrece oportunidades para hacer negocios con otros países miembros de la UE.
- El sector empresarial español es muy generoso con las pequeñas empresas, ya que alrededor del 90% de las empresas creadas en España son pequeñas y contratan a menos de diez empleados.
- España tiene diferentes formas de DTAA (Acuerdos de Doble Imposición) con otros países como el Reino Unido, India y América. Así, un inversor no tendría que tributar dos veces.
- Existen numerosos incentivos gubernamentales para las empresas extranjeras constituidas en España.
Estructuras empresariales in España
El tipo de entidad empresarial requerido es una consideración vital a la hora de iniciar un negocio en España. Cada estructura empresarial tiene un conjunto diferente de responsabilidades legales y fiscales. Pero sin más, España ofrece las siguientes opciones de entidades comerciales para las empresas :
Empresario Individual en España
Se trata de la entidad empresarial más fácil y común de constituir en España. Esta empresa se considera legalmente una y la misma persona que la dirige. Por ello, el propietario del negocio no tiene que presentar ningún formulario fiscal especial y es responsable de todas las deudas contraídas por la empresa.
Comunidad de Bienes en España
Esta estructura empresarial es casi idéntica a la del empresario individual en España, salvo que la empresa está compuesta por más de un individuo y estos miembros comparten la propiedad de los bienes comunes. Los miembros de la Comunidad de Bienes responden personalmente de las deudas, pero no hay una inversión financiera mínima, y los impuestos se declaran en el formulario del IRPF de cada persona.
Sociedad Civil en España
La Sociedad Colectiva en España es una asociación empresarial formada por dos o más individuos que aportan dinero, equipos o mano de obra y se reparten los beneficios entre ellos según su acuerdo predeterminado. En consecuencia, las deudas o responsabilidades financieras también se dividirán entre las partes. Todo lo que no se haya acordado expresamente se regirá por el Código Civil español.
Sociedad Anónima en España
Como sociedad anónima, la Sociedad Anónima en España está muy estructurada y regulada. Las decisiones importantes se deciden por mayoría y se exigen auditorías anuales. Este tipo de empresa en España es una entidad jurídica autónoma y sus accionistas no son responsables de las deudas contraídas por la empresa.
Sociedad de Responsabilidad Limitada en España
La Sociedad de Responsabilidad Limitada en España es otro tipo de sociedad anónima española. Al igual que la Sociedad Anónima, se trata de una entidad jurídica autónoma y los accionistas no son responsables de las deudas contraídas por la empresa. Todas las sociedades de responsabilidad limitada deben pagar el impuesto de sociedades. La inversión mínima requerida de la LLC es considerablemente menor que la de una Sociedad Anónima.
Sociedad Limitada Nueva Empresa en España
La Sociedad Limitada Nueva Empresa en España se considera una forma simplificada de la Sociedad de Responsabilidad Limitada y como tal es una entidad jurídica autónoma, pero tiene su propio conjunto de requisitos, incluyendo una serie de requisitos específicos de denominación: el nombre de la empresa debe contener un número de registro, uno de los nombres de los fundadores y las palabras “Sociedad Limitada Nueva Empresa o S.L.N.E”.
Pasos para constituir una empresa en España
Este artículo ofrece algunas orientaciones sobre los aspectos legales clave para los inversores extranjeros interesados en constituir una empresa en España. Es necesario seguir los siguientes pasos:
Obtener un Número de Identidad de Extranjero (NIE)
Los ciudadanos de países de la Unión Europea que quieran ser administradores o socios de una empresa española deben tener un número de identidad de extranjero que puede solicitarse bien mediante cita inicial en el Consulado español del país de residencia del interesado o, en España, personalmente o a través de un representante con poderes notariales.
Obtener un número de identificación fiscal español (NIF)
Para crear una filial en España, la empresa matriz que poseerá una participación en la nueva empresa tiene que obtener primero un número de identificación fiscal español.
A estos efectos, la empresa matriz deberá presentar a la administración tributaria española la siguiente documentación
- Un poder autorizado a un tercero para que éste pueda solicitar el NIF.
- El certificado de vigencia de la empresa obtenido en el Registro Mercantil, en el que debe constar el órgano de gobierno, la denominación, la fecha de constitución y el domicilio social.
- Los estatutos de la empresa.
Todos los documentos anteriores deben estar traducidos y apostillados.
Pasos para crear una empresa en España
Una vez cumplidos los trámites anteriores, se puede constituir la sociedad. A continuación se describen los pasos a seguir:
Obtención de un certificado de autorización para el nombre de la empresa.
El primer paso a la hora de constituir una empresa en España es comprobar en el Registro Mercantil Central si la denominación social elegida está disponible. Se recomienda proporcionar cinco nombres de empresas por orden de preferencia al presentar la solicitud. El Registro aprobará una de las denominaciones sociales solicitadas, salvo que ninguna de ellas se diferencie adecuadamente de las denominaciones sociales ya registradas en España.
Capital y forma jurídica.
Los fundadores de la empresa deben elegir una forma jurídica y asignar el capital social necesario. El capital de la empresa dependerá de la forma jurídica elegida.
Abrir una cuenta bancaria.
Una vez reservada la razón social, hay que abrir una cuenta bancaria a nombre de la empresa y depositar el capital necesario para obtener un certificado bancario que indique el capital depositado. Sin embargo, no es necesario incluir el certificado en la escritura de constitución de la sociedad, ya que este requisito se sustituye por una declaración expresa de los socios fundadores de que responderán solidariamente de las aportaciones frente a la propia sociedad y sus acreedores.
Redacción de los estatutos.
Los estatutos deben redactarse teniendo en cuenta las necesidades y preocupaciones de los socios. Los estatutos deben incluir el domicilio social, el órgano de gobierno, el objeto social y los ingresos del órgano de gobierno.
Nombramiento de los directores
Dependiendo de la estructura administrativa de la empresa, se puede elegir un solo director, varios directores que actúen de forma conjunta o un consejo de administración. Los inversores extranjeros también tendrán que asignar un representante residente en España.
Firma de la escritura de constitución ante notario
Los documentos de constitución de la empresa deben ser firmados ante notario por todos los socios de la empresa (tanto españoles como extranjeros). Una vez obtenida la escritura de constitución firmada ante notario, se puede obtener el número de identificación fiscal provisional. Si uno de los socios es una persona jurídica extranjera, también debe presentarse la prueba de su existencia.
Presentación en el Registro Mercantil y obtención del NIF.
Una vez obtenido el NIF, la empresa debe ser presentada en el Registro Mercantil y posteriormente se puede solicitar el número de identificación fiscal definitivo.
Dependiendo de la actividad de la empresa y de la región del domicilio social, pueden ser necesarios algunos trámites adicionales.
Residencia en España a través de la constitución de la empresa
A través de un Visado de Inversor, es posible obtener la residencia legítima en España cuando la creación de la nueva empresa va acompañada de una inversión en un proyecto empresarial de interés para España (por ejemplo, la creación de puestos de trabajo o la contribución a la innovación científica o tecnológica).
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