Seleccionar página

El Fondo de Inversión Alternativo Reservado de Luxemburgo (RAIF), introducido por la Ley de 23 de julio de 2016, ofrece una estructura de inversión versátil y eficiente para inversores sofisticados.
A diferencia de otros fondos, el RAIF no requiere la supervisión directa de la autoridad financiera de Luxemburgo, la CSSF.
En su lugar, está gestionado por un Gestor de Fondos de Inversión Alternativa (GFIA) autorizado, lo que permite un establecimiento más rápido, a la vez que se beneficia del sólido marco regulador que ofrece la Directiva sobre Gestores de Fondos de Inversión Alternativa (GFIA) de la UE.
Esta estructura reguladora garantiza la protección de los inversores y el cumplimiento de la legislación, al tiempo que mantiene la flexibilidad.

Formas jurídicas de la RAIF

La flexibilidad estructural del RAIF permite a los inversores elegir entre distintas formas jurídicas en función de sus objetivos y preferencias de inversión.
A continuación se indican las formas jurídicas más comunes que puede adoptar un RAIF:

  1. Fondo Común de Colocación (FCP): Estructura de copropiedad sin personalidad jurídica.
    Se suele utilizar para inversiones colectivas, en las que los inversores tienen participaciones indivisas en los activos del fondo.
  2. Sociedad de Inversión de Capital Variable (SICAV): Sociedad de inversión de capital variable utilizada habitualmente en las estructuras de fondos luxemburguesas.
    Su flexibilidad le permite emitir y reembolsar participaciones en función de la demanda de los inversores.
  3. Sociedades Limitadas (SCS y SCSp): Estas sociedades son muy favorecidas para las inversiones de capital riesgo y de capital privado.
    Pueden estructurarse como entidades totalmente reguladas o no reguladas, según el nivel de sofisticación del inversor.

Cada forma jurídica ofrece diversas ventajas en materia de gobernanza, responsabilidad y fiscalidad, lo que permite a los RAIF satisfacer una amplia gama de requisitos de los inversores.

Régimen fiscal

Una de las características más atractivas de los RAIF es su ventajoso régimen fiscal, que puede variar según la forma jurídica y la estrategia de inversión.
En general, un RAIF está sujeto a un impuesto anual de suscripción del 0,01% de su patrimonio neto si sigue el régimen similar a un Fondo de Inversión Especializado (FEI).
Sin embargo, si el RAIF opta por seguir el modelo de capital riesgo, similar al de una Société d’Investissement en Capital à Risque (SICAR), puede estar totalmente sujeto al impuesto de sociedades, con una exención sobre las plusvalías y los dividendos cualificados.
Además, los RAIF estructurados como sociedades comanditarias (SCS o SCSp) pueden ser totalmente transparentes desde el punto de vista fiscal, lo que significa que no están sujetos al impuesto de sociedades en Luxemburgo, pero los ingresos se gravan a nivel del inversor en función de sus respectivas jurisdicciones.
Los RAIF también se benefician de la red luxemburguesa de convenios de doble imposición, que puede ayudar a reducir las retenciones fiscales sobre los ingresos y las plusvalías generados en el extranjero.
Esto, unido al favorable entorno fiscal de Luxemburgo, ofrece ventajas sustanciales a los inversores internacionales que buscan eficiencia fiscal en sus inversiones.

Diversificación del riesgo y flexibilidad normativa

En general, los RAIF deben adherirse al principio de diversificación de riesgos, a menos que restrinjan su estrategia de inversión al capital riesgo.
Las normas de diversificación del riesgo se definen de forma imprecisa, pero en general siguen las directrices proporcionadas por la CSSF para los Fondos de Inversión Especializados.
Normalmente, no se puede invertir más del 30% de los activos brutos de un RAIF en un solo activo, salvo que se apliquen excepciones (por ejemplo, valores respaldados por el Estado).
Además, el RAIF ofrece una flexibilidad sustancial en cuanto a sus políticas de inversión.
Puede estructurarse como un fondo paraguas con múltiples compartimentos, lo que permite seguir diversas estrategias bajo una única entidad jurídica.
Sin embargo, todos los compartimentos dentro del paraguas deben adherirse al mismo régimen fiscal elegido para el RAIF.

Tipos de inversiones optimizadas por el RAIF luxemburgués

La versatilidad del RAIF se extiende a los tipos de inversiones que puede mantener.
Como vehículo de inversión polivalente, es adecuado para una amplia gama de clases de activos, entre los que se incluyen:

  1. Capital Inversión y Capital Riesgo: El RAIF es una estructura ideal para las inversiones de capital privado, que a menudo utiliza la forma de sociedad limitada para ofrecer a los inversores flexibilidad en cuanto a compromisos de capital y rendimientos.
  2. Inmobiliario: Muchos RAIF están concebidos para invertir en activos inmobiliarios, aprovechando el favorable régimen fiscal de Luxemburgo para reducir la tributación de los ingresos y ganancias derivados de las inversiones inmobiliarias.
  3. Fondos de deuda y crédito: Los RAIF pueden invertir en una amplia gama de instrumentos de deuda, como préstamos sindicados, bonos y otros productos de crédito.
    Son especialmente adecuados para estrategias de préstamos alternativos y créditos privados.
  4. Fondos especulativos: La RAIF puede utilizarse para estructurar fondos de cobertura, que ofrecen estrategias tanto abiertas como cerradas.
    Sin supervisión reguladora directa, los gestores de fondos de cobertura se benefician de la flexibilidad para aplicar estrategias complejas.
  5. Infraestructuras e inversiones sostenibles: Los RAIF son cada vez más populares para proyectos de infraestructuras, sobre todo en sectores comolas energías renovables, los servicios públicos y el transporte.
    Dada la creciente atención que se presta a los criterios medioambientales, sociales y de gobernanza (ESG), los RAIF se utilizan con frecuencia para estructurar inversiones en energía sostenible y otros proyectos socialmente responsables.

La RAIF como alternativa eficaz

El RAIF se ha convertido rápidamente en uno de los vehículos de inversión más populares de Luxemburgo, debido a su combinación única de eficacia normativa, ventajas fiscales y flexibilidad de inversión.
Permite a los inversores institucionales y bien informados beneficiarse de las ventajas del marco de la AIFMD, sin los retrasos causados por la supervisión directa de la CSSF.
Por tanto, los inversores pueden desplegar el capital con mayor rapidez sin dejar de disfrutar de las protecciones de un GFIA regulado.
En términos de costes, la creación de un RAIF es más eficiente que la de un fondo totalmente regulado, ya que no requiere la aprobación previa de la CSSF.
Además, la capacidad del RAIF para adoptar diferentes formas jurídicas y regímenes fiscales lo convierte en un vehículo muy adaptable para diversas estrategias de inversión, que van desde el capital riesgo y el capital inversión hasta los mercados inmobiliario y de deuda. El RAIF de Luxemburgo es un vehículo de inversión atractivo, flexible y eficiente, especialmente adecuado para inversores institucionales y sofisticados.
Con su amplia gama de formas jurídicas, regímenes fiscales favorables y la posibilidad de invertir en una gran variedad de activos, el RAIF se está convirtiendo cada vez más en la estructura a la que recurren tanto los gestores de activos como los inversores.
Tanto si quieres invertir en fondos de capital riesgo/inversión, inmobiliarios, de infraestructuras o de inversión libre, el RAIF te ofrece una vía ágil para alcanzar tus objetivos financieros, respaldada por el sólido marco normativo de la ley luxemburguesa de GFIA.
Damalion ayuda a los inversores internacionales a estructurar sus inversiones a través del RAIF luxemburgués. Consulta nuestra guía RAIF.
Encontrar un banco de custodia es uno de nuestros servicios facilitadores para apoyar tu éxito con el RAIF luxemburgués. Póngase en contacto con su experto en Damalion. Esta información no pretende sustituir el asesoramiento fiscal o jurídico específico e individualizado. Le sugerimos que consulte su situación específica con un asesor fiscal o jurídico cualificado.