La economía estadounidense se prepara para sufrir graves trastornos, ya que una huelga portuaria nacional amenaza con asfixiar cadenas de suministro vitales.
Los principales minoristas, como Walmart, podrían enfrentarse a consecuencias inmediatas, y los líderes sindicales están lanzando duras advertencias sobre la falta de opciones comerciales a medida que se estancan las negociaciones.
Impacto de la huelga en las cadenas de suministro estadounidenses
El 27 de septiembre de 2024, los estibadores de los principales puertos estadounidenses se declararon en huelga, afectando principalmente a los principales centros de la Costa Oeste, como Los Ángeles y Long Beach, que en conjunto gestionan el 37% de todo el tráfico de contenedores de Estados Unidos.
La repentina paralización ya ha provocado un descenso del 15% en el movimiento semanal de contenedores, poniendo a prueba a los minoristas que dependen de estos puertos para sus mercancías.
El sindicato en huelga, que representa a más de 22.000 trabajadores, argumenta que los salarios y las condiciones laborales actuales son insostenibles, dado el alto coste de la vida en las regiones costeras.
Dado que el volumen de las importaciones suele aumentar antes de las fiestas navideñas, el momento de esta interrupción no podría ser peor.
La situación crítica de Walmart
El gigante minorista Walmart está sintiendo los efectos más agudamente que otros minoristas.
Con más de 11.500 tiendas en todo el mundo y más de 4.600 en EE.UU., Walmart depende en gran medida de operaciones portuarias eficientes para mantener su inventario de bajo coste.
Aproximadamente el 60% de sus mercancías, especialmente productos electrónicos, ropa y artículos para el hogar, proceden del extranjero, en gran parte de Asia.
Walmart importa anualmente mercancías por valor de unos 14.000 millones de dólares de proveedores extranjeros, y aproximadamente el 65% de ellas llega a través de los puertos de la Costa Oeste.
Cualquier desaceleración podría provocar estantes vacíos, precios más altos y relaciones tensas con los clientes.
De hecho, los analistas del sector predicen que incluso un retraso de una semana en las operaciones portuarias podría costar a Walmart hasta 400 millones de dólares en ingresos perdidos.
Falta de opciones alternativas de importación
Los líderes sindicales han hecho saltar las alarmas sobre la falta de alternativas comerciales en caso de que continúe la huelga.
Aunque algunos minoristas intenten desviar los envíos a los puertos de la Costa Este, estas instalaciones ya están funcionando casi a plena capacidad.
Puertos como Savannah y Nueva York están experimentando volúmenes de carga un 20% superiores a su capacidad diseñada.
Con la Costa Oeste cerrada, este desequilibrio empeorará, ralentizando aún más las cadenas de suministro en todo el país.
Los minoristas tienen pocas alternativas.
El transporte ferroviario y por camión son insuficientes para absorber la carga adicional, y el transporte aéreo, aunque más rápido, es significativamente más caro: hasta 10 veces más por kilogramo que el transporte marítimo.
Esto es especialmente preocupante para Walmart, que se basa en un modelo de negocio de bajo margen que depende de unos costes de envío asequibles.
Ramificaciones económicas
El efecto dominó de la huelga podría extenderse mucho más allá del sector minorista.
En 2023, los puertos estadounidenses manipularon mercancías por valor de más de 5,6 billones de dólares, equivalentes al 27% del PIB de la nación.
Cualquier interrupción prolongada podría restar hasta un 0,5% al crecimiento anual del PIB, lo que provocaría una ralentización de la expansión económica.
El conflicto laboral también podría elevar la inflación, especialmente en las categorías de bienes de consumo.
Los economistas predicen que una huelga portuaria de dos semanas podría provocar una subida del 3% en el Índice de Precios de Consumo (IPC), al aumentar el coste de las importaciones.
Además, las empresas más pequeñas, con menos flexibilidad que las grandes corporaciones como Walmart, podrían verse obligadas a repercutir estos costes en los consumidores, provocando una oleada de subidas de precios.
Posibles soluciones y próximos pasos
Se han reanudado las negociaciones entre el sindicato y los operadores portuarios, pero hay pocos indicios de una resolución inmediata.
El sindicato exige un aumento salarial del 15% en tres años, mientras que los operadores portuarios ofrecen sólo el 7%.
Si no se llega pronto a un compromiso, el gobierno federal podría intervenir, como hizo en anteriores conflictos laborales.
Una opción que se está debatiendo es la implantación de un sistema automatizado para la manipulación de contenedores, que podría reducir la dependencia del trabajo manual.
Sin embargo, los representantes sindicales sostienen que dicha automatización podría eliminar miles de puestos de trabajo, avivando aún más las tensiones.
Mientras tanto, empresas como Walmart se afanan por encontrar soluciones a corto plazo, como aumentar la producción nacional o explorar proveedores internacionales alternativos.
Sin embargo, estos esfuerzos llevarán tiempo, y con la temporada de compras navideñas acercándose rápidamente, la presión para encontrar una solución es cada vez mayor.
Una nación estadounidense se prepara para seguir sufriendo trastornos
La huelga portuaria está creando un importante reto económico para Estados Unidos, sobre todo para los minoristas como Walmart, que dependen de un flujo constante de mercancías importadas.
Sin una resolución rápida, podríamos asistir a un aumento de los precios, escasez de existencias y una ralentización general del crecimiento económico.
Las próximas semanas serán decisivas para el desarrollo de las negociaciones, y el país estará pendiente de cómo este conflicto laboral configurará el panorama económico. Esta comunicación tiene carácter meramente informativo. Damalion se centró en asesorar a las familias para preservar su patrimonio, identificando oportunidades y retos. Póngase en contacto con su experto en Damalion