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Ahora que el presidente Donald Trump se embarca en su segundo mandato, el sector inmobiliario se encuentra en una coyuntura crucial, enfrentado a una mezcla de oportunidades potenciales y retos significativos. Las orientaciones políticas de la administración en materia de fiscalidad, desregulación, inmigración y estrategia económica están preparadas para influir profundamente en la trayectoria del mercado inmobiliario.

Políticas fiscales: Implicaciones para inversores y promotores

Se prevé que la agenda fiscal de la administración favorezca a los inversores y promotores ampliando las medidas favorables a las empresas. Es probable que disposiciones clave como los intereses transferidos, las amortizaciones extraordinarias y los intercambios 1031 se beneficien de la continuación o ampliación de las políticas fiscales favorables a las empresas. La disposición sobre los intereses transferidos, que Trump ha apoyado históricamente, ayuda a proteger los beneficios fiscales de las plusvalías para los inversores inmobiliarios y podría fomentar la inversión de capital privado en desarrollos multifamiliares e inmuebles comerciales. La amortización bonificada, que permite deducciones inmediatas sobre las inversiones elegibles, ha sido fundamental para los promotores inmobiliarios; aunque empezó a desaparecer en 2023, la administración podría presionar para ampliarla o extenderla para proporcionar a los promotores una liquidez crucial. Del mismo modo, los intercambios de bienes similares en virtud de las disposiciones 1031 permiten a los inversores aplazar los impuestos sobre las plusvalías, incentivando la reinversión en bienes inmuebles. Dado el historial de Trump de apoyo a las herramientas de aplazamiento fiscal, es probable que esta disposición permanezca intacta, asegurando un flujo de capital sostenido en el mercado.

Desregulación y oferta de vivienda

Una piedra angular de la estrategia de la administración es la reducción de las barreras normativas para estimular el desarrollo de la vivienda. Al centrarse en la carga normativa, que representa hasta el 30% de los costes de construcción de viviendas, la iniciativa pretende hacer más asequible la propiedad de la vivienda. Sin embargo, el plan de abrir los terrenos federales al desarrollo puede enfrentarse a importantes obstáculos logísticos y medioambientales, ya que muchos terrenos de propiedad federal están situados lejos de zonas con gran demanda de vivienda, lo que limita su impacto en la asequibilidad urbana. Además, aunque la desregulación medioambiental podría agilizar los proyectos de vivienda, suscita preocupaciones sobre la sostenibilidad y la planificación a largo plazo en regiones con una gran demanda.

Políticas de Inmigración: Dinámica de la mano de obra y de la demanda

Las estrictas políticas de inmigración de la administración, incluidas las posibles deportaciones masivas, suponen un arma de doble filo para el mercado de la vivienda. Por un lado, una disminución de la población inmigrante podría reducir la demanda de alquileres, especialmente en los mercados donde el crecimiento de la población impulsado por la inmigración ha sido crucial. De 2022 a 2024, la inmigración representó todo el crecimiento neto de los hogares de alquiler, lo que hace que este grupo demográfico sea esencial para las tasas de ocupación. Por otra parte, el sector de la construcción, que ya está luchando con la escasez de mano de obra, puede enfrentarse a nuevos retos, ya que los inmigrantes constituyen casi una cuarta parte de la mano de obra. Una menor disponibilidad de mano de obra podría aumentar los costes y ralentizar la finalización de los proyectos. Algunos constructores podrían encontrar alivio en una menor competencia por las viviendas de bajo coste, redirigiendo potencialmente los recursos hacia promociones de lujo y del mercado medio.

Políticas económicas y tipos hipotecarios

Las políticas económicas de la administración podrían influir indirectamente en los tipos hipotecarios y en la asequibilidad general de la vivienda. Una posible repercusión negativa son sus propuestas de imponer aranceles a las importaciones y aplicar políticas comerciales proteccionistas, que podrían impulsar la inflación. El aumento de los costes de los materiales de construcción probablemente exacerbaría los gastos de construcción, empujando los precios de la vivienda aún más fuera de nuestro alcance. Además, las críticas de Trump a la Reserva Federal plantean dudas sobre la futura política de tipos de interés. Aunque puede abogar por unos tipos más bajos, las presiones inflacionistas podrían obligar a la Reserva Federal a mantener los tipos altos, lo que prolongaría los problemas de asequibilidad para los compradores de viviendas. Damalion ayuda a los inversores internacionales a estructurar sus inversiones gracias a los vehículos de inversión luxemburgueses, que ofrecen gran estabilidad y ventajas. Ponte en contacto ahora con tu experto de Damalion.