Más del 55% (4.200 millones) de la población mundial vive en ciudades. Esta tendencia debería continuar. A finales de 2050, 7 de cada 10 personas vivirán en ciudades, lo que supondrá más del doble de la población urbana.

Más del 80% del PIB mundial se crea en las ciudades. Por lo tanto, la urbanización puede ayudar al crecimiento sostenible al impulsar la productividad y estimular la innovación.

La velocidad y el alcance de la urbanización plantean problemas, como la provisión de viviendas asequibles, sistemas de tránsito bien conectados, servicios básicos y puestos de trabajo, especialmente para los aproximadamente mil millones de pobres urbanos que viven en asentamientos informales para estar cerca de las oportunidades. Debido a las crecientes hostilidades, el 60% de los desplazados forzosos viven en ciudades.

Una vez que se construye una ciudad, su forma y los patrones de uso del suelo pueden establecerse durante décadas, lo que provoca la dispersión. Se prevé que el crecimiento del consumo de suelo urbano supere al de la población en un 50%, lo que dará lugar a 1,2 millones de km2 de nueva superficie urbana construida durante las próximas tres décadas. Esta expansión estresa el suelo y los recursos naturales, lo que provoca efectos indeseables; las ciudades consumen dos tercios de la energía mundial y producen el 70% de las emisiones de gases de efecto invernadero.

La sensibilidad de las ciudades al riesgo climático y de catástrofes aumenta a medida que crece su población. Casi 500 millones de personas viven en zonas costeras, lo que las hace vulnerables a las mareas de tempestad y a la subida del nivel del mar. En las 136 principales ciudades costeras, las inundaciones costeras amenazan a 100 millones de personas y 4,7 billones de dólares en activos. El 90% de la expansión urbana en los países emergentes es informal y no planificada.

En tiempos normales, las ciudades pueden aspirar a competir y sobresalir en muchos criterios, como la habitabilidad, la competitividad y la ecología, pero en un día cualquiera, y especialmente durante una crisis, una ciudad debe funcionar adecuadamente para sus residentes.

Lo que aportamos

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